Día de poco movimiento; se acabaron las trincheras de la primera línea y el vara en tierra.
El Loro vino a informar de su viaje; cuando le pregunté por qué había ido, me contestó que él consideraba sobreentendido su viaje, confesó que había ido a visitar una mujer que tiene allí. Trajo los aperos para el mulo, pero no pudo hacerlo caminar por el río.
No hay noticias de Coco; ya es un poco alarmante.